El lunes me hice la beta <5, o sea, negativa, negativísima, se acabó, no hay nada que hacer, no nos quedan embriones congelados.
La doctora dice que un día vayamos a hablar con ella, pero qué me va a decir, que esto ya sabíamos que podía pasar y qué si lo queremos volver a intentar...
Qué decisión más difícil, rendirse y replantearse la vida, sólo con una niña, empezar al gimnasio, a trabajar, a guardar todas las cosas de bebé sin tener la esperanza de reutilizarlas.
O intentarlo de nuevo, gastarse un pastón, perder el tiempo en las beta esperas, sufrir con los negativos.
Vamos a esperar a que pase un poco el tiempo, pero yo creo que no puedo renunciar a volver a ser madre, ahora que sé lo que es, creo que es más difícil renunciar a volver a vivir el embarazo, la maternidad, la latancia... Demasiado bonito para renunciar a ello.
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miércoles, 5 de noviembre de 2008
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